Análisis clínicos para Mascotas
Autor/Fuente: agencias
Tu Mascota también se enferma y merece atención.
Nuestras mascotas son parte de la familia, y como tal, requieren atención médica para asegurar su salud y bienestar. Ellos no pueden decirte que se sienten mal o qué es lo que les duele, por lo que si notas algún síntoma o comportamiento fuera de lo común, es importante que te asegures de que sean atendidos por profesionales.
Los análisis clínicos veterinarios engloban una serie de pruebas que dan información al veterinarios para ayudar a determinar el diagnóstico de determinadas patologías que afectan a los animales.
Sin duda, en estos tiempos recurrir al laboratorio clínico es cada vez más común y necesario para el médico veterinario, especialmente el dedicado a la clínica de animales de compañía, lo que nos da una idea del avance en este renglón de esta profesión.
Los resultados de los diferentes procedimientos de laboratorio, de cualquier índole, deben ser considerados como estudios complementarios cuya utilidad va en el sentido de confirmar o descartar lo que el médico tratante, con sus conocimientos y equipo en la clínica, ha determinado.
También es cierto, en muchos casos, que un resultado rápido y preciso puede servir para instalar un determinado tratamiento y salvar la vida del animalito. Igualmente, en casos complicados o confusos, el laboratorio puede servir para aclarar dudas y establecer el diagnóstico correcto.
El diagnóstico es la piedra angular para el médico veterinario profesional, sobre la que se construirá la estrategia con las diversas acciones terapéuticas y de manejo del paciente y su evolución.
Estos son algunos de los estudios que puede requerir un Veterinario, es importante mencionar que las muestras seguramente serán tomadas por el veterinario tratante, quienes conocen mejor la fisiología del animal y este deberá canalizarlas al laboratorio con el equipo y certificación requerido para realizar el estudio.
Hemograma: análisis sanguíneo en el que se hace un recuento de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, su forma y tamaño y la cantidad de hemoglobina.
Bioquímica sanguínea: estudia la concentración de diferentes sustancias químicas disueltas en la sangre del animal. Nos informa del metabolismo del animal y del funcionamiento de ciertos órganos como el hígado o el riñón, de la concentración de determinadas hormonas (como la tiroidea o el cortisol) concentraciones de fármacos, anticuerpos frente a determinadas enfermedades, etc.
Biopsia: toma de una muestra de tejido para su estudio histopatológico. Esta prueba se realiza en caso de alteraciones cutáneas, así como en alteraciones en diferentes órganos que requieren un análisis en laboratorio que pueda orientarnos o confirmar un diagnóstico determinado.
Citología: estudio microscópico de una muestra tomada del animal. Se puede realizar sobre muestras obtenidas de lesiones cutáneas o subcutáneas, ganglios, piel, líquidos orgánicos, médula ósea, etc. Es una prueba básica, no invasiva, que en muchos casos nos revela información muy útil en el diagnóstico de determinadas patologías en perros y gatos.
Determinación de dermatofitos: es un cultivo realizado a partir de una muestra (pelo o escamas) tomada de una lesión dérmica de un animal que nos indica la presencia o ausencia de hongos en la piel (tiña). Conviene descartar siempre este tipo de procesos ya que en algunos casos pueden transmitirlo a las personas que están en contacto con ellos.
Urianálisis: análisis de las propiedades físicas, químicas y microscópicas de una muestra de orina. Consiste en un análisis morfológico de la orina, medición de la densidad, determinación de diferentes valores a partir de una tira reactiva (pH, urobilinogeno, hemoglobina, glucosa, etc.) y valoración del sedimento urinario mediante microscopía.
Análisis coprológico: análisis que se realiza en una muestra de heces. Los más frecuentes son análisis parasitarios, que consisten en la detección de huevos o formas adultas parasitarias en una muestra de heces.
Amilasa y estudios de lipasa para caninos y felinos: La amilasa es una enzima que ayuda a digerir los carbohidratos. Se produce en el páncreas y en las glándulas salivales. Cuando el páncreas está enfermo o inflamado, se libera amilasa en la sangre.
Estudios de progesterona: para control de fertilidad
T4 total y T4 libre: para problemas de tiroides
Amonio: análisis de intoxicación por amonio debido al consumo de ciertas plantas